En el post anterior, te explicaba en qué consiste el Pseudogrey o gris falso. Ahora, vamos a ver cómo podemos aplicarlo en GIMP...
Para ver el cambio en la cantidad de información de nuestra imagen, podemos elegir el comando "Color - Info - Análisis del cubo de color", que mostrará la cantidad de tonos diferentes que incluye la imagen. Como máximo, obtendremos los 256 tonos diferentes de la escala de grises.
Si no está en modo de color (RGB), es el momento de transformarla, con el comando "Color - Modo - RGB". Ahora, cada canal (rojo, verde, azul) incluirá exactamente el mismo valor de iluminación para cada punto.
Ahora, creamos una capa superpuesta a nuestra imagen, con el comando "Capa - nueva capa", o bien con el ratón, haciendo clic con el botón derecho sobre la minuatura de la ventana de capas.
Sobre esa capa (recuerda, está en el modo color), trazamos un degradado desde el color blanco al negro (o viceversa). Idealmente, el degradado será "grande", de unos 2000 puntos de largo (puedes crearlo sobre una selección rectangular de tu imagen). Si tu imagen es más pequeña, el resultado puede no ser óptimo (pero seguirá funcionando, aunque sea de forma limitada):
Al trabajar en el modo RGB, y si incluimos una cantidad suficiente de puntos, GIMP ya utiliza la estrategia descrita más arriba para la generación de tonos. Con la capa del degradado activa, puedes consultar el número de tonos utilizados (de nuevo, "Color - Info - Análisis del cubo de color"). Deberías poder ver la cifra 1786...
Ahora, activamos la capa inferior (la que contiene la imagen), haciendo clic sobre su miniatura en la ventana auxiliar de capas. Elegimos el comando "Color - Mapa - Colorear desde muestra", y veremos una ventana como la siguiente:
A la izquierda, vemos nuestra imagen de partida, y a la derecha el degradado. Debemos marcar las opciones "Usar sub-colores" y "Suavizar las muestras", y desmarcar "Mantener intensidad" e "Intensidad original". Entonces, hacemos clic en "Obtener colores de muestra", y después en "Aplicar".
Lo que hace GIMP es distribuir los nuevos colores (tomados desde el degradado) sobre nuestra imagen original. Dado que el degradado contiene "todos" los tonos entre el blanco y el negro, la iluminación general no cambia mucho, pero la recomendación sigue siendo la de desmarcar las casilla relativa a la intensidad.
Un último dato: al utilizar más colores de los originales, GIMP debe "inventar" algo para decidir qué nuevo color asignar a cada punto. Aunque el resultado contiene efectivamente más colores, podemos encontrar una ligera pérdida de detalle en las zonas con un elevado contraste...
Ahora puedes eliminar u ocultar la capa del degradado. Todavía con tu imagen activa, puedes volver a consultar la cantidad de tonos diferentes... serán muchos más de 256, te lo aseguro. Finalmente, recuerda guardar la imagen en modo color (y mejor en PNG que en JPG...).
Nota final: Una forma de conseguir un efecto similar es la de reducir la saturación de la imagen en color de partida casi hasta el valor cero - por ejemplo, dejándola en un 1%. De esta forma, seguimos teniendo técnicamente una imagen en color (aprovechando las ligeras diferencias entre cada canal de color), pero (salvo en el caso de que haya colores muy saturados de partida) apenas se apreciará la información de cada canal por separado.